El universo surge de una contradicción y, de hecho, nunca deja de estar envuelto o comprendido en aquella contradicción fundamental
En un sentido absoluto el universo no pondera verdades, simplemente distribuye los contrarios en tantos tiempos o espacios como sea necesario.
Si existe un tiempo o un espacio donde una tal cosa es verdadera, se da otro tiempo y espacio donde verdadero es exactamente lo contrario, ciertamente que aquel tiempo y espacio no existen en el nuestro, la contradicción impone un límite.
El universo verdadero es éste, el que podemos demostrar o en tanto lo podamos demostrar, esta compuesto de aquellas certezas que se dan por la experiencia (lo que implica que la experiencia es una forma de la certeza), las certezas probabilísticas y las certezas lógicas o necesarias.
Una certeza lógica podría ser la que responde a la cuestión
¿Porque hay algo y no mas bien nada?
Pues, si que haya nada implica que uno es unico
(que no hay otro)
Luego uno no es posible
Pues lo posible implica a lo uno y lo otro
La otredad está alli para brindarnos cierta certeza de que uno es posible,
porque creer que uno es imposible nos pone en una incerteza.
¿Es esto una verdad absoluta?
No
Uno es único, no hay otro como uno
Pues claramente distinguir a otro, que no es como uno
es igual a distinguir que, como uno no es lo otro
No existen verdades absolutas, sino verdades necesarias
Pero volviendo al asunto
Entre el universo contradictorio y el universo verdadero hay un tercero, que como un niño juega con las verdades y las contradicciónes a su antojo, es el universo paradojal
El universo paradojal juega y explora como si se tratara de una infancia del universo, se excita y se ensimisma, parece esconder verdades que en realidad esconden absurdos, y esconde absurdos que cotienen verdades.
Es universo que confunde a la inteligencia y la pone a girar como un trompo es, también, un universo necesario
El universo también tuvo infancia