El vocablo esotericus proviene del latín tardío y su raíz griega esoterikos, que significa "internus" o "relativo ad interiora". Su origen se encuentra en eso, que denota "intus" o "dentro".
Por siglos, este término fue entendido como el sapientia reservado ad los circuli initiatorum, en contraposición al exotericus, que designa el saber apertus, vulgaris y destinado al vulgus.
Empero, en verdad, nulla de las antiguas disputationes era tan simple.
En realidad, lo esotericus se refiere ad aquello que solo puede comprenderse ex intimo, mas este "intus" non alude a un límite o una peripheria, sino a un centrum ordinator. Un foco desde el cual, al ser aceptado, omnia alia encuentran su orden.
De igual modo que las órbitas de los planetas son caóticas hasta que el sol se coloca en el medio, los saberes exoterici aparecen confusos para el vulgus, mas devienen esoterici para aquel que alcanza a comprender su orden.
Non se trata, pues, de acceder o non acceder al saber, sino de si un mismo conocimiento se razona desde su principium ordinator o se muestra como una conclusio arbitraria y caprichosa.
Con precisión, esotericus significa "ponerse dentro de lo alterum", esto es, razonar ab alio loco, desde otro principio.
Así, el esoterismus es intelligere res ex alio ordine, comprenderlas bajo otro orden de principios.
Esto, a menudo, requiere abandonar, aunque sea por breve tiempo, los propios principios o certezas, tal como un peregrinus que deja su terra para explorar un mundo ignoto.
De la Esoteria Perversa
En los sistemas de fides —religiones, cultus vel scholae doctrinales— apartarse, aun brevemente, de un principium ordinator (un Ordio) es visto como peccatum grave, crimen moral y traición nefanda. Tales sistemas premian la fidelitas a sus principios y condenan con dureza toda infidelidad.
El esoterismus, por contra, exalta la libertad de pensamiento y se pregunta: ¿Quomodo possum intelligere mundum ab alio ordine, ab aliis principiis ordinatoribus?
Cada Ordio impone su propia lectura de la realitas, y salir de él es un acto de osadía para ver el mundo desde otra perspectiva.
De la Esoteria Ut Phenomenon Humanum
Solo quien tiene libertas cogitationis puede practicar la esoteria. Quien se somete como siervo a un solo principium, queda captivus de ese orden, y su mundo se limita a los confines de dicho Ordio.
El verdadero esotericus es aquel que se atreve a ponerse en el lugar de otro, quien razona desde otro centrum, quien no teme abandonar su propio ordo para explorar lo ajeno. Así, no solo comprende el mundo, sino que lo transforma en su iter hacia la sapientia.