Si puedes entender que hay cosas en el cielo y en la tierra que son sin ser verdaderas y se mueven sin ser existentes entonces podrás entender el siglo en que estás parado.
Porque hasta ahora hemos requerido creer solo en lo verdadero y considerar solo lo existente, y eso estuvo muy bien hasta ahora, el hombre debe dar un paso y luego el otro, así es el orden.
Pero si bien nuestra civilización estuvo signada por los principios Aristotélicos, para los cuales las cosas son vedaderas o falsas, sin que sea posible nada entre una cosa y la otra, el pasó siguiente será en los pies de Heráclito, hay algo que no es verdadero ni falso y sin embargo es ambos.
"El que es y no" es el que viene sin venir, el que es sin ser, el que no es verdadero ni existente y por tanto invita a creer.
La contradicción misma es un nombre innombrable.