jueves, 7 de abril de 2022

El cielo prometido

 La religión promete el cielo al hombre que cumple los mandatos.

Pero el creyente parece que sufre porque ese cielo, adonde van sus muertos, es infinitamente inaccesible.
Así que el premio al muerto más parece un castigo al vivo.

Yo hablo como humano y los humanos vivos nos comunicamos con los humanos muertos desde el principio de la humanidad, antes de que las religiones se inventaran cielos de premio e infiernos de castigo.

Me da tristeza ver que el 'cielo prometido' sea un castigo perfecto, porque a la final penan más los vivos que los muertos.

Cuando un humano amado muere yo muero un poco con él y él vive un poco conmigo, porque el amor es una realidad sobrenatural que nos contiene a ambos, es nuestro propio 'cielo' donde estar juntos.

¿Para que volvimos?

 



Preguntamos después de un muy largo letargo
Estábamos ocultos, olvidados
¿No se repartieron el mundo dos o tres dioses todopoderosos?
¿No estaba la ciencia ya para responder a todas las preguntas del hombre?
 
¿Para que volvimos?
 
Escurriéndonos entre sueños transitamos los siglos
Hablábamos en susurros a los oídos humanos, enseñábamos, mostrábamos
Pero ya no éramos necesarios
Todo parecía resuelto
Hoy el hombre esta nuevamente al borde de un abismo
Preparando una [otra] gran guerra
Los dioses se venden por peso
Se disfrazan, se colorean y aún así no logran lealtades.
Ya nadie halla consuelo en ellos.
¿Y la ciencia? ¿Para que sirvió?
¿Cura o destruye?
Nadie lo tiene claro
El mismo que hoy inventa la vacuna mañana crea una bomba para destruir millones.
 
¿Y las verdades?
¿Y las respuestas?
 
El hombre se cansa de obtener siempre las mismas verdades y busca otras, porque el hombre no es esclavo de nadie, ni de los dioses, ni de la ciencia, ni de la verdad.
 
Volvemos, aunque nunca nos fuimos, aparecemos en los sueños y las visiones, enseñamos un camino para quien lo quiera aprender, y seremos necesarios como antes: diremos el pasado y futuro, construiremos puentes hacia los muertos (que serán muchos), sanaremos hombres y animales, consolaremos.
 
Somos los espíritus de antes del hombre.
Los espíritus antiguos
 
Volvemos a ser necesarios.

Arrojar Luz sobre los Viajes Astrales

 


Arrojar Luz sobre los Viajes Astrales

Reconozco que no soy ningún ser de luz, de hecho no me identifico con esa figura, me gusta de vez en cuando sumergirme en la oscuridad.

Pero una cosa es sumergirme en la oscuridad y otra, muy distinta, que sean otros los que pretendan sumergirme.
Tampoco significa que no tenga alguna luz para dar, la tenemos todos aquí en el grupo.

Para mi 'arrojar luz' es sinónimo de desterrar lo oscuro: el miedo, el oscurantismo, el secretismo.
Arrojar luz es despejar, abrir ventanas, explicar con claridad.

Para quienes hemos padecido los tiempos en que de esto no se podía hablar y debimos superar mitos y miedos terroríficos sobre los viajes astrales, arrojar luz es decir que no hay nada que temer.

En pleno Siglo XXI no podemos seguir hablando del "cordon de plata" y repetir aquello de que "si se corta te mueres" o que exista algun daño físico devenido del Viaje Astral, simplemente, se trata de mitos y falsedades.

El viaje astral es una práctica espiritual, constructiva, sana, segura, beneficiosa para la salud y que no conlleva riesgo físico ni peligro de muerte.

Si queremos sumergirnos en el miedo que sea por elección y no porque nos lo han impuesto.

Mero humano

 


En mi etapa lunar tuve una guía, fué, como la pienso, "maestra de humanidad". Aún hoy conservo el vínculo pero aquella etapa fue de pura enseñanza.

Me enseño a valorar lo humano, a sentirme orgulloso de decirme "humano", así, sin más titulos, mero humano.

Me enseño que el hombre quiere ser bueno (con excepciones) pero a menudo no sabe como y más a menudo se equivoca, pero tiene como vocación la bondad.

Me enseño a reconocer los dioses 'devoradores' , los que mue...
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Porque a veces los dioses y ciertas entidades se sirven del sufrimiento humano

 

Porque a veces los dioses y ciertas entidades se sirven del sufrimiento humano

Con los espíritus, dioses y entidades, sobre todo de lo que llamamos bajo astral, no compartimos casi nada del muno físico, en general, sin entrar en detalles, no compartimos materia ni espacio.

Sin embargo compartimos tiempo
Con el tiempo viene la existencia, y con la existencia se da la capacidad, la potencia y el poder.

Practicamente la unica forma de energía común que compartimos con esas entidades es el tiempo. Vale decir que el tiempo es energía.
El tiempo que tu inviertes en una persona es energía que fluye de ti hacia esa persona.
El tiempo que inviertes en un dios es energía que fluye de ti hacia ese dios y que le asegura su existencia temporal
No importa que tipo de tiempo, no importa si ese tiempo hace feliz al hombre o lo hace sufrir, importa que sea tiempo dedicado, para bien o mal, a esa entidad.
Los padeceres y el sufrimiento tambien hacen que el hombre vuelque su mirada hacia su dios y le dedique tiempo y con ello su energía más valiosa, la energía vital.

Es más, las religiones saben, como sabemos los que estudiamos las religiones, que el sufrimiento absorve más la energía que el estado de bienestar y el placer.
Basicamente de eso se trata, de obtener la energía humana en su forma aprovechable, tiempo.
Por ello es que el sufrimiento es una forma de energía que ellos pueden aprovechar.