martes, 31 de mayo de 2016

Las preguntas

 

Cuando no estaban borrachos o drogados los viejos brujos podía decir cosas interesantes, fue así que un día en sueños me dijeron.

"Niño"... 
(en aquella época lo era)

"En el universo dialéctico, el como respondas las preguntas que te hacen alcanzarán para demostrar quien eres en verdad.

Si puedes responder las preguntas de los hombres de ciencia, serás un buen hombre de ciencia.

Si puedes responder las preguntas de los hombres de ciencia y la de aquellos que lo ignoran todo, con la misma calidad, entonces serás además de un hombre de ciencia un hombre sabio.

Si además de poder hacerlo, te dispones de hecho a responder a unos y otros con la misma paciencia y pasión, entonces actuarás con grandeza de espíritu."

¿Y cual es aquella respuesta tal que satisfaga tanto a hombres de ciencia como a aquellos que lo ignoran todo?, pregunté.

Pero ya estaban borrachos de nuevo.



sábado, 28 de mayo de 2016

La gran encantadora de seres.

Al anverso dice: "En el reverso esta la verdad".
El reverso dice: "El anverso miente"

¿Quien dice la verdad?.

Esencialmente esa es la forma de una paradoja, aunque las hay de mucha variedad y sofisticación.
Una paradoja es un asunto sobre la cuestión verdad, que exige e impele a ser resuelta por el casual observador quien se dispone presto a echar a andar la maquinaria de su inteligencia para resolverla, sin embargo este no logra (jamás) determinar la cuestión como verdadera o falsa, no importa cuanto tiempo le de vueltas o la repase.

Si pudiera describírsela como un ser mítico, sería como las sirenas en el mar, dotadas de un canto embelesante que enamora, pero de una apariencia espantosa. El navegante inadvertido no logra abstraerse de su canto y pierde el sueño en busca de la fuente de tanta belleza a quien supone, bellas, pero tan pronto se acerca a ellas y logra verlas se apodera de el el espanto y huye aterrado; pero solo hasta que, perdida a la visión el canto vuelve a enamorarlo y a atraerlo hacia ella.

Culpables de un devenir eterno, sin posibilidades materiales, las sirenas como los seres paradojicos solo se reproducen en el mito, desde donde excitan la imaginación, pero nadie ha vuelto para atestiguar su existencia.

La paradoja es atractiva, invita a ser resuelta, pero no ofrece nada a cambio, los seres ven con dolor como han sido subyugados por su encanto pero no pueden resistirse a ello. Los hace sentir inteligentes, elevados, trascendentes, hasta que finalmente es el agotamiento (o la conciencia del engaño) lo que los lleva a rendirse.

Las paradojas encantan a grandes o chicos, en juegos simples como el que encabeza este texto, en cuestiones complejas, como las paradojas de los filósofos: La del barbero, las de los cuervos negros de Hempel, la del barco de Teseo, la del abuelo.

También hay paradojas que han encantado a la filosofia por siglos y la han sometido a un largo letargo, del que apenas parece desperatarse.

A lomo de todas las paradojas se cabalga hacia todas las verdades.F. Nietzche
 El escollo de los filósofos

Las discusiones filosóficas están plagadas de cuestiones paradójicas, al punto de representar un verdadero escollo cuando afecta a temas que llevan siglos sin resolverse con coherencia.
Algunos temas altamente paradójicos, ideales para cualquier charla sobre la que se quiera implantar un tema para debatir por horas: Lo absoluto, el infinito, el ser, la existencia, la verdad y la conciencia.


 La arquitecta de las religiones y las creencias.

Lo paradojico nos imprime la sensación de lo trascendente, de que resuelto el problema hallaremos una verdad infinita y eterna.

El grado de religiosidad de un discurso puede medirse segun la cantidad de cuestiones paradójicas que se hallan en el. Cuestiones acerca de lo eterno, el infinito, el todo, lo absoluto abundan en las charlas espirituales y místicas y estan presentes en la construcción de lo espiritual. Las cuestiones paradojicas, esten o no abiertamente planteadas o esten solo dadas en presencia de sus expresiones absolutistas provocan excitación, tras lo cual la mente se abra en espera de verdades que la satisfagan. Alli es donde el mago, el brujo y el sacerdote se tornan en representantes y portadores de esa verdad, listos a dispensarla a la masa de seres avidos de poseerla.

La gran excitadora de la naturaleza
Madre de la belleza, del engaño y de la ilusión

La paradoja, como forma lógica o relacional, esta presente de muchas formas en la naturaleza, esta presente en el engaño, en el aparentar algo para atraer al inadvertido, quitarle sus cosas para devolverlo flaco y vacío; en la excitación sexual y la belleza.
Pero también en la simbiosis, en las orbitas de los planetas, o en el eterno transitar de los atomos. 

La paradoja, como entidad presente en la naturaleza, está en los origenes de la vida, la inteligencia y las relaciones y es, junto a la contradicción, uno de los elementos simbolicos más presentes en la naturaleza.

La paradoja como forma lógica

Como estructura lógica es la primer forma inmaterial que se reproduce a si misma, básicamente excita o dinamiza el entorno lo que produce necesidad o negación de si, luego, cualquier otra forma lógica se adptará a la necesidad.

Lo curioso, acerca de la paradoja es que, como gran excitador genera en su entorno excedentes de energía o recursos, que no tienen sentido dado que la paradoja no transforma tales recursos en verdad, con lo que la paradoja se multiplica a sí misma constantemente.

Dialécticamente
- A dice B es verdadero.
- B dice A es falso
- C es la necesidad de verdad sobre A y B

Luego Ca es cada momento donde A se da por verdadero, Cb es cada momento donde B funciona como verdadero

Ciertamente ni A ni B son valores de verdad sino afirmaciónes indeterminadas en verdad y C un conjunto de afirmaciones indeterminadas en verdad.
Cualquier determinación en acto implicará otor en potencia.


Como reconocer una paradoja 

Para reconocer sus encantos primero es necesario  reconcocerla, su principal característica es que esta en las cuestiones de Si  o problemas sobre si mismo.
¿Como demostrar que existo?


También produce cantidad de paradojas las confusiones de orden lógico, en los casos en que se confunden antecedente y consecuente, o causa y efecto.
"¿Dios creó al hombre o el hombre creó a dios?"


Es paradójico el determinismo filosófico: 
"Muríó porque era su hora"
 También hay un sinfin de paradojas relacionadas a problemas de ámbito o identidad, como el Barco de Teseo, el hombre que cruza dos veces el mismo río, o la paradoja del Babero.

 Buenaventura tendrá quien reconozca a su paso las paradojas en las palabras, y mayor suerte quien vea su esplendor en la naturaleza, pero no habrá quien supere a quien logre deshacerse de ambos encantos.